El aplazar, diferir, posponer, relegar, postergar, dar menos importancia o dejar para después cualquier actividad que tenemos que hacer, es un mal hábito que padecen miles, sino es que millones de personas, yo me incluyo entre ellas.
Es un hábito autodestructivo que va mucho más allá de la falta de organización o la flojera. ¿Qué justificaciones nos damos para no hacer lo que tenemos que hacer? "No tengo tiempo, no me alcanza el día, mejor resuelvo todo lo pendiente el fin de semana, no tengo dinero, es muy complicado..." la lista es infinita.
¿Por qué dejar que te llegue el agua al cuello para hacer lo que tienes que hacer? Esperar hasta el último minuto para entregar lo prometido, para pagar los impuestos, las tarjetas de crédito, para impermeabilizar tu casa, para hablar con tu jefe o con tu esposo de algo que te está perturbando, etc., lo único que estas construyendo con esta postergacion es una montaña de estrés, enfermedad y mal humor crónico que a ratos se vuelve insoportable.
El mecanismo de este mal hábito es darnos una pausa. Nos decimos: "al ratito". Estamos trabajando y buscamos una pausa porque tenemos otra cosa que hacer. Hacemos la pausa y jamás retomamos lo que estábamos haciendo y lo posponemos indefinidamente. Y la lista de pendientes de nuestra vida, se vuelve una bola de nieve.
Paradójicamente, los hiperactivos tienden intensamente a dejar las cosas para después. Se distraen con cualquier cosa. Quieren hacer mil cosas que no llevan a ningún lado, matar varios pájaros de un tiro, aprovechar todas las oportunidades, aunque en realidad terminan haciendo nada importante y sí perdiendo el tiempo en lo intrascendente.
Las razones psicologicas profundas de dejar las cosas para despues, es decir, inconcientes, se explican a continuacion:
Es una defensa neurótica de alguien que sufre por sintomas predominantemente obsesivos. Posponen adictivamente aquellos que asocian fuertemente su valia personal con su desempeño. aquellos que tienen miedo al fracaso, aquellos que sienten vulnerada su autoestima si fallan, aquellos que ensombrecen cualquier posibilidad de éxito con la posibilidad del fracaso. Y dejan pasar oportunidades, amores, relaciones, dinero, por estar distraidos en lo poco importante o por sentir permanentemente que no tienen tiempo.
Dejar las cosas para despues es una defensa porque nos da una sensación de respiro temporal. Es una forma habitual de enfrentar los retos y las dificultades. Es responder a las presiones de la vida, a la incertidumbre y a los riesgos, posponiendolos compulsivamente. Es algo de lo que hay que curarse.
El error, la falla, nos ocurre a todos. Las cosas nos salen mal a veces, pero dicen que de los errores se aprende y es verdad. Los que posponen las cosas o actividades para despues, se obsesionan con la falla y el error y deciden dejar de intentar hacer cosas grandes importantes. Los costos en autoestima son desproporcionadamente mayores en comparación con quienes simplemente hacen lo que tienen que hacer.
Podemos hacer muchas cosas para combatir esta enfermedad. Aqui dos sugerencias:
1. Escribir lo que hare al dia siguiente todos los dias y hacerlo. Cumplir con uno mismo.
2. Cambiar el dialogo interno. En lugar de decirnos "tengo que hacer" decirnos "elijo hacerlo", en vez de "debo terminar" decirnos ¿"Cuándo puedo empezar?", en vez de "esto es interminable, imposible, complicadisimo" decirnos "puedo empezar por un pequeño paso", en vez de "debo hacerlo perfecto" decirnos "soy humano y me puedo equivocar. haré mi mejor esfuerzo", y en vez de "no tengo tiempo de descansar" decirnos "debo descansar, ejercitarme y jugar" (tambien pueden leer "The now habit" de Neil Fiore si quieren más estrategias para combatir este mal hábito).
Las personas que posponen las actividades para después no hacen nada de ésto, porque siempre están agobíadas, siempre tienen mil pendientes y de todos modos no les alcanza el tiempo. A veces, si nos enfocáramos 30 minutos en lo importante, sería suficiente. hay que romper los malos hábitos de no hacer cosas, haciendo cosas. Hay que aprender a vivir con la incertidumbre y el riesgo. y hay que estar seguros de que podemos hacer cosas maravillosas.