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Cuando te reunes con los amigos para disfrutar del juego esperado por todo el mundo, no solo te sientas frente a tu televisor y esperas disfrutarlo, sea tu equipo favorito o no, sino que disfrutas de un gran banquete, por asi decirlo, pues hay comida en abundancia.

Normalmente ese día es una gran fiesta que comienza desde la mañana cuando te levantas con la emoción de saber que vas a disfrutar de un gran ambiente por la tarde cuando comience el gran juego, visto por millones de televidentes en todo el mundo, y más si es tu equipo favorito el que está disputando el campeonato, 

Ese día regularmente me levanto y preparo mi lista de lo que voy a necesitar para hacer una gran parrillada (pues no disfrutas del juego igual sin la emoción de las parrilladas con amigos). De todos los insumos, el que nunca me puede faltar es el pollo, ya que disfruto más el pollo asado que todos las demás carnes. Cotidiánamente el pollo que compro es el de Foster Farms ya que siempre está fresco y es 100% natural, libre de hormonas o esteroides y es un producto certificado por la American Humane Certified que nos indica que los pollos son cuidados compasívamente pues no son maltratados. El pollo de Foster Farms lo podemos encontrar a nivel local en California y el Pacífico Noroeste, por si vives en esta región, no tendrás problemas en encontrarlo.

Para poner mi pollo en la parrilla necesito marinarlo y/o bañarlo o embarrarlo con alguna salsa y para ello utilizo las salsas Stubb's que tienen una gran variedad de opciones por mencionar: Stubb's Bar-BQ Sauces, Stubb's Marinades, Stubb's Spice Rubs y Stubb's Anytime Sauces. Y me gustan porque cada opción la puedes encontrar en diferentes sabores que están hechos con ingredientes de alta calidad y que están libres de gluten y de la miel de maiz de alta fructuosa.







Espero que te haya gustado esta receta y me encantaría que nos dieras tus comentarios de cómo combinas el pollo de Foster Farms y Stubb's Sauce en tus parrilladas.

Cuando decides llevar a cabo un propósito y no lo cumples, es casi seguro que te vas a frustar y menos querrás llevarlo a cabo a medida que pasa el tiempo, y quedará solo en eso, en un propósito.

Regularmente nos hacemos muchos propósitos para el inicio del año nuevo. Cuantas veces no hemos escuchado a personas decir: "ahora sí, entrando el año voy a volver (o empezar a ir) al gimnacio" o "me voy a poner a dieta empezando el año para perder unos kilos". Hay quienes tienen el propósito de aprender un idioma, iniciar o continuar con los estudios, comer de manera más saludable, ahorrar dinero, etc. La lista de cosas que nos proponemos para iniciar el año suele ser extremadamente larga, pero lo cierto es que muchas de esas promesas no llegan a concretarse y con el paso de los meses y el ritmo de la vida cotidiana, rápidamente nos olvidamos de esos nuevos propósitos.

Las razones son muchas: quiza falta de tiempo, falta de motivación, falta de dinero, falta de energía, en fín, siempre hay miles de excusas. Pero la verdad es que algunos no encuentran nunca el momento de comenzar dichos proyectos o simplemente acaban dejándolo todo para otro día. Pero lo peor, es que otros realizan una buena planificación, pero suelen auto-exigirse demasiado y pronto comienzan a fallar (creo que este es mi caso). Yo considero que esto sucede porque queremos pasar de 0 a 100 en un día y como resultado nuestro cuerpo y nuestra mente se resisten sintiendose cansados, lo que ocasiona, el aumento de las posibilidades de abandonar o tirar la toalla.

Para lograr la eficiencia en nuevos propositos yo tengo mi tecnica que le llamo "cinco minutos al día". Se trata de adquirir un nuevo hábito realizando una determinada tarea durante cinco minutos al día, cada día a la misma hora. Cinco minutos al día puede ayudarnos a ser mejores en el trabajo y en nuestra vida personal. Mi técnica de cinco minutos puede verse u oirse ridícula, pero el secreto del éxito de esta regla que me ha funcionado, reside en su simplicidad y baja exigencia. Cinco minutos es muy poco tiempo, por lo que no nos llevará mucho tiempo completar la tarea, ni emplearemos demasiada energía.

Todo se basa en una pequeña trampa mental, en la que el cerebro no percibe la tarea como un reto imposible, sino como un esfuerzo muy sencillo que debe de realizar de forma repetitiva todos los dias a la misma hora. Esta reiteración de baja dificultad, provoca que nuestro cerebro pronto realice las conexiones neuronales necesarias para automatizar el hábito. Este estado mental generará una gran motivación, resultado de cumplir día a día con nuestros cinco minutos. Pronto la pereza desaparecerá y estaremos atrapados en una espiral de cambio y superación, Con los pensamientos negativos, la pereza y los auto-sabotajes alejados de nuestro objetivo, alcanzaremos nuestra meta a paso lento, pero seguro, fijándonos pequeños objetivos y aumentando el tiempo.

Cinco minutos al día no es nada, pero me ha funcionado en mi crecimiento personal de forma constante y continua. He logrado algunos objetivos que me he propuesto aplicando esta técnica desde hace tiempo que incluso en algunas ocasiones empecé con cinco minutos al día y terminé con hábitos de una hora o hasta hora y media diarias de dedicación. Y como dice el dicho: "un largo camino comienza con el primer paso", y no tiene nada de malo que sea corto, lo que importa es seguir caminando.

Te reto a que escojas un objetivo y pongas a prueba mi técnica de cinco minutos al día, todos los dias, a la misma hora (como cuando veo mi programa favorito todos los domingos a las 9 de la noche "The Walking Dead" que no me pierdo nunca, porque ya se me formó un hábito). Mi técnica de cinco minutos sin duda te va a permitir vencer la pereza inicial, pero tempoco debes caer en las prisas por obtener rapidos resultados, pues terminarás frustrándote y abandonarás el proyecto. Todo es cuestión de tiempo, hasta que se te forme un hábito, entonces ya podrás ir aumentando minutos diarios.

Ahora sí, ya no tendrás que esperar el inicio de año nuevo para iniciar tu propósito, con cinco minutos al día puedes iniciar en cualquier momento. No dudes en dejar tus comentarios. Sé que mi técnica de cinco minutos va a funcionar contigo.

¡Suerte!

Ingredientes:

-1 kilo de camarón grande sin cabeza

-100 gramos de mantequilla

-2 cucharadas de aceite de oliva

-1 cucharada de ajo picado

-1 cebolla grande

-2 limones (su jugo)

-1 tomate grande

-3 chiles de árbol (si lo deseas mas picoso, puedes agregar un poco más)

-2 tazas de agua

-1 cucharada de polvo para sasonar

-1 lata de chiles chipotles adobados de 7oz

-Sal y pimienta al gusto

Modo de preparación:

1. En primer lugar, hay que lavar, pelar y desvenar los camarones, esto es para que a la hora que estás comiéndolos no estés batallando en quitarles la cáscara (si lo deseas, también puedes usarlos sin quitarsela, yo los prefiero ya pelados, sin la cáscara).

2. Mezcla en un tazón la mitad de la mantequilla, un poco de aceite de oliva, jugo de limón, sal, sasonador y pimienta. Agrega los camarones y revuelve para cubrirlos perfectamente.

3. Calienta en un sarten el tomate, media cebolla y los chiles de árbol (sin semilla y desvainados). Y ya que estén medio asados agrega dos tazas de agua y agrega sasonador (éste es salado, asi es que mide la cantidad para que no vayan a salir salados los camarones). 

4. Y ya que esté hirviendo el agua, apaga el fuego y vamos a poner todo el contenido en el vaso de la licuadora y también incluimos los chiles chipotles para hacer nuestra salsa. Vamos a licuarlo hasta tener una salsa homogenea.

5. En otro sartén o cacerola calentamos la mantequilla restante y aceite de oliva a fuego medio. ponemos la otra mitad de la cebolla (en trozos) y gregamos los camarones con todo y marinada y los cocinamos hasta que tomen un color rosado entre 3 y 5 minutos. Ya que se tornaron rosados los camarones agregamos nuestra salsa que ya licuamos y vamos a cocinarlos sin dejar de mover, hasta que la salsa empiece a hervir. Reduce el fuego a bajo y cocina unos minutos más, hasta que la salsa se haya espesado.

Ahora sí, a disfrutar de unos ricos camarones a la diabla. Puedes acompañarlos con arroz blanco y rebanadas de aguacate, Pero la verdad, yo los prefiero comer solos para disfrutar ese rico sabor picosito, y claro, no puede faltar mi Coca-Cola bien fria para realzar el sabor de mis camarones y disfrutarlos aún más. ¡Que delícia!

Ya sea para el día de acción de gracias (thanksgiving) o para las posadas, o incluso, para la cena de navidad, puedes preparar este delicioso platillo, que por experiencia, se que les encantara a tus invitados, pues tiene ese sabor latino, propio de nuestra cultura. Puedes comerlo como botana o como una comida en forma, lo importante es disfrutar la convivencia con tu familia o amigos para estas fiestas de fín de año que se aproximan. Los camarones a la diabla son uno de mis platillos favoritos y yo los disfruto de cualquier manera. ¡Te los recomiendo!