El pasado 6 de diciembre del presente año, mi niña de 15 años tuvo una presentación en el Teatro de la Ciudad de Ensenada, en Baja California, México. Ese día fue la presentación de fin de año de la Escuela de Ballet Makarova a la cual pertenece mi hija desde que tenía 5 años de edad.
Todo este tiempo que ha transcurrido desde que ingresó a la escuela, siendo una pequeña niña, a la fecha, le ha ayudado a ser una persona constante y dedicada en todas sus actividades, ya que la práctica del ballet requiere de mucha disciplina y responsabilidad, además, de que exige muchos años de esfuerzo y preparación para perfeccionar la forma y la técnica.
El ballet clásico es una danza considerada como una actividad de arte, debido a la complejidad que implica su práctica, pues el ballet exige actividad cerebral llevada al extremo ya que se tienen que planear secuencias de movimientos, integrar la música y expresar sentimiento.
A veces se piensa que el bailar clásico es muy fácil, ya que lo maravilloso de este trabajo es precisamente la apariencia de sencillez y naturalidad que interpreta el bailarín o bailarina al ejecutar sus movimientos, pero eso sólo es posible cuando se alcanza el dominio de la técnica, la que otorga la calidad artística a la danza.
El ballet, como otras actividades del arte, es un logro personal, alcanzado mediante la disciplina y el esfuerzo, lo que ha permitido a mi hija promover su desarrollo artístico y cultural, pero sobre todo, su desarrollo como persona responsable y comprometida, ya que todas sus actividades diarias las realiza con dedicación y entusiasmo.
El día de la presentación en el teatro se realizó en dos funciones y con dos obras puestas en escena creadas por sus profesores. La primera puesta en escena fue "Mascarada" y la segunda fue "El regalo".
Es un placer verla bailar, pues aunque no le falta mucho tiempo para graduarse, realmente baila como toda una profesional. Me siento orgulloso de ella como padre, pero más orgullosa se siente ella de saber que su esfuerzo está valiendo la pena, pues va progresando y mejorando su técnica, y cada día va creciendo como una persona dedicada y comprometida con lo que le apasiona, que por ello, el entusiasmo que siente por el ballet clásico, nadie se lo quita.
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