Una de las cosas maravillosas que existen en esta vida es poder ver a tus hijos crecer y desarrollarse con identidad y razonamiento propio. Su formación y desarrollo físico y emocional depende de nosotros los padres, pero debemos de entender que no son una versión en miniatura de nosotros, por lo que no debemos de forzarlos a que sean como nosotros o que piensen igual que nosotros, y más si son hijos únicos.
Si nos percatamos, debemos de entender que incluso en una familia donde hay varios hijos, cada uno tiene su forma de ser y su personalidad propia. No todos los hermanos son iguales, quiza se parezcan físicamente, pero sus actitudes y emociones son muy diferentes. Los niños son personas con razonamientos, comportamientos y emociones en desarrollo, y debemos de apoyarlos a que aprendan en sus instintos, sobre todo, si se trata de seguridad de su entorno, pero también, debemos de impulsarlos a que tengan seguridad en sí mismos para que tomen decisiones por su cuenta.
Los padres debemos de tener la madurez y la capacidad para entender la naturaleza de un niño y no debemos de tratarlos como títeres para obligarlos a que sean igual que nosotros, o de algún otro hermano, o de algún otro familiar, o incluso de algún personaje famoso. Hay que permitir dejarlos que sean ellos mismos.
En el caso de mi hija Samantha, ella tiene una personalidad tímida, es muy seria y muy callada cuando está con otros niños, incluso hasta insegura, ya que prefiere incluso jugar sola o pasear sola que socializar. Pero no puedo obligarla a que sea como yo, que soy una persona más abierta, más sociable. Debo respetar su forma de ser, en casa es muy distinta, es más abierta y platicadora tanto conmigo como con sus hermanas, y no se diga con su mamá; eso indica que se siente en confianza, en su zona de confort.
Le encanta jugar, se divierte, es alegre hasta cierto punto, pero fuera de su entorno, no tiene la confianza y la seguridad que tiene en casa, pero a medida que va creciendo se va dando cuenta que vive en un entorno social y que es importante socializar.
En estos momentos está cursando el tercer año de primaria y ya tiene una super amiga que está en su clase de estudio, que incluso ya hasta nos ha solicitado dormir en casa de su amiga, pues ésta ya la ha invitado en varias ocasiones.
A mi me da mucho gusto que empiece a ser más abierta, sé que es un proceso que poco a poco, y por decisión propia, y no imponiéndole nada, va ir logrando y transformando su personalidad, quizá no al cien porciento, pero sí, al grado de poder desenvolverse con más confianza, aunque siga siendo callada y reservada.
La personalidad de Samantha es muy de ella, pero lo que sí debo de velar es que su desarrollo físico y emocional sean los más sanos posibles. Sea como sea, estoy muy orgulloso de ella, pues es una de mis heroínas favoritas.
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